Una
adecuada gestión del conocimiento debe promover el desarrollo de conocimiento
propio y así ponerlo en disposición de los procesos clave de una compañía, con
el fin de generar ventajas competitivas, asimismo se ha entendido que como
consecuencia de la progresión es pertinente experimentar con las tecnologías de
la información y telecomunicación (TIC), permitiendo capturar, almacenar y
codificar la información entre diferentes agentes, también es un conjunto de
políticas y técnica, como una caja de herramientas de alta tecnología para
implementar principalmente presiones competitivas basadas en conocimiento con
la finalidad de relacionar los recursos humanos con los tecnológicos para
llegar a los resultados deseados.
A partir de lo dicho anteriormente se puede reducir que las
compañías deben priorizar darle a su empresa un enfoque tecnológico o de
perspectiva funcionalista, definiendo el conocimiento como activo comprensible
y potencialmente tangible, esto quiere decir, que puede ser almacenado y se
puede manipular, adoptando una visión científica del conocimiento,
considerándolo esencialmente como un cuerpo de hechos y leyes racionales. Desde
este punto de vista, se toma el conocimiento organizacional, facilitando el
acceso y la recolección de su contenido, por lo tanto, la gestión del
conocimiento puede verse como un sistema de información más, utilizando la
tecnología para proveer la búsqueda efectiva de recopilación de información con
mecanismos que faciliten la localización de la misma, bajo un acceso organizado
a la diversidad de los contenidos y su acumulación. Este enfoque como bien se
ha entendido emplea métodos de cálculo, codificación y estructuras para
explotar el capital intelectual como un activo de la organización.
Por otra parte, es fundamental tomar en cuenta el enfoque de
los modelos de construcción social del conocimiento, este a diferencia del
anterior considera que el conocimiento no puede existir independientemente de
la experiencia humana, la práctica social y su uso, el conocimiento está
formado por las prácticas sociales de la comunidad de la organización. Esta
construcción no se limita a insumos específicos, sino que se da a través de un
proceso de intercambio social, asumiendo que el conocimiento construido en la
organización lo representa no solo a través de programas explícitos sino como
se decía anteriormente por medio de un proceso de intercambio social.
La tecnología requiere que sea considerada como parte de la
solución de la gestión del conocimiento basándose en lo social, el rol de esta
no es simplemente ser usada como un procesador de conocimiento sino como un
apoyo a la actividad social, más que la solución es el proceso con el que se
ejecuta, debido a que el conocimiento también se encuentra relacionado con el
entorno establecido y la cultura donde este debe evolucionar.
Baiget, J. y Baiget, J. (2016). Gestión del conocimiento y competitividad. EUNSA.
Fernández, A. (2005). Creatividad e innovación en empresas y organizaciones. Díaz de Santos.
Imágenes tomadas de: https://www.hiperestrategia.com/blog-inbound-marketing-ecuador/author/katherine-pe%C3%B1a
https://retos-directivos.eae.es/innovacion-tecnica-y-procesos-productivos-la-combinacion-que-te-hara-despuntar/
https://www.google.com/search?q=competencia%20TECNOLOGICA%20dibujo&tbm=isch&hl=es-419&tbs=ic:trans&rlz=1C1SQJL_esCO945CO945&sa=X&ved=0CAMQpwVqFwoTCJjLjIPj9_ECFQAAAAAdAAAAABAJ&biw=1327&bih=698#imgrc=BSzwsHiebnHicM
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